“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. (Apocalipsis 2:29)
Ahora, por cuarta vez, plantea exactamente el mismo desafío: ¿tienes un oído de siervo de Jesucristo? ¿Puede el Espíritu de Dios hacer que entiendas y recibas lo que está diciendo?
Mientras Jesús estuvo en la tierra en la carne, exhortó de la misma manera:
“Quien tenga oídos para oír, que oiga. Y acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas en parábolas? Él respondió y les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado”. (Mateo 13:9-11)
¿Eres capaz de escuchar y entender el mensaje de Apocalipsis? ¡Esta es una pregunta seria porque en realidad está destinada a ser entendida!
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas que en ella están escritas, porque el tiempo está cerca”. (Apocalipsis 1: 3)
“Y él me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas; y el Señor Dios de los santos profetas envió su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que deben hacerse pronto. He aquí, vengo pronto; bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.” (Apocalipsis 22:6-7)
Y de nuevo afirma:
“Y él me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, ensúciese todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”. (Apocalipsis 22:10-11)
Aquí empezamos a ver quién tiene oídos para oír y quién no. Tiene que ver con lo que está en su corazón. A los que son “injustos” y “inmundos” no se les da el entendimiento, porque dice que sigan siendo injustos y sucios (porque a ellos no se les da el entendimiento – ver Mateo 13:11). Pero a los justos y santos les dice que se mantengan así. ¿Por qué? Para que puedan seguir teniendo oídos para oír y entender.
“Porque a todo el que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo en parábolas: porque viendo no ven; y oyendo no oyen, ni entienden. Y en ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis: porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y sus oídos oyeron con dificultad, y sus ojos se han cerrado; no sea que en algún momento vean con sus ojos, y oigan con sus oídos, y entiendan con su corazón, y se conviertan, y yo los sane.” (Mateo 13:12-15)
¿Tienes un corazón para oír y entender?
Note dónde está este mensaje a Tiatira dentro del contexto completo del mensaje completo de Apocalipsis. Véase también el “Hoja de ruta de la Revelación.”